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Asistir a una boda es una ocasión especial que merece un estilo cuidado de principio a fin. El vestido, los accesorios, el peinado y, por supuesto, el maquillaje. Si has recibido una invitación para una boda de día y te preguntas cómo conseguir un maquillaje que aguante horas y luzca radiante, estás en el lugar adecuado.
Te guiamos paso a paso para lograr un maquillaje de invitada de boda que realce tu belleza natural, sea cómodo de llevar y se mantenga impecable desde la ceremonia hasta el brindis final.
El maquillaje para una boda debe resistir abrazos, bailes, lágrimas y largas horas de celebración. Para conseguirlo, la preparación de la piel y la elección de los productos son esenciales. Pero también lo es saber adaptarlo a la luz del día, donde cada detalle se percibe con más claridad.
Un maquillaje para boda sencillo, con acabados naturales y fórmulas de larga duración, es la mejor apuesta. La piel se muestra luminosa, los ojos definidos sin excesos y los labios con un color favorecedor que resista las conversaciones y brindis.
Antes de aplicar cualquier producto, ten en cuenta los siguientes aspectos:
● Tipo de evento: en las bodas de día se recomienda un maquillaje más suave y luminoso. Lo ideal es un look natural con piel luminosa o radiante y acabado satinado.
● Duración de la celebración: busca productos de alta fijación, resistentes al sudor o al roce.
● Tu estilo personal: no necesitas seguir todas las tendencias. La clave está en elegir un maquillaje que te represente.
● Colores del vestido y complementos: coordina los tonos de tu maquillaje con tu outfit para lograr armonía en el conjunto.
● Protección solar: asegúrate de incluir protección solar. Puedes aplicarla antes de la prebase o usar una base con SPF. De esta manera, la piel se protege sin renunciar al acabado.
Un buen maquillaje de boda debe aportar luz al rostro, definición a la mirada y un toque de color en los labios y mejillas, sin robar protagonismo a otros elementos del look.
Vamos a desglosar cada paso para que puedas replicarlo fácilmente y adaptar el look a tu estilo.
La prebase es el secreto de una piel suave y un maquillaje duradero. Elige una textura según tu tipo de piel: hidratante para pieles secas, matificante para pieles mixtas o grasas, y con efecto glow si buscas un acabado luminoso. Además de prolongar la duración, mejora el aspecto general del rostro.
Para bodas de día, recomendamos bases ligeras o de cobertura media, que permitan que la piel respire y luzca natural. Los acabados satinados o luminosos aportan un toque fresco y favorecedor. Prioriza bases de larga duración, o con SPF para una doble función protectora. Aplica con esponja húmeda para un efecto más ligero o con brocha si prefieres mayor cobertura.
Corrige ojeras, rojeces o imperfecciones con un corrector ligero, que se funda bien con tu base. Evita capas gruesas para no acentuar las líneas con el paso de las horas.
El colorete devuelve color al rostro. En bodas de día funcionan muy bien los tonos melocotón, rosados o tierra suaves. Las texturas en crema se funden mejor con la piel y aportan un efecto glow natural, aunque también puedes optar por polvo si necesitas más duración.
En bodas de día, menos es más. Elige sombras en tonos neutros, dorados suaves, rosa empolvado o marrones cálidos. El objetivo es abrir la mirada sin recargarla. Puedes dar un toque de luz en el lagrimal o centro del párpado con sombras satinadas.
Traza un delineado fino en marrón o bronce para una definición suave. Y no olvides la máscara de pestañas resistente al agua, perfecta para resistir cualquier emoción del día.
Peina y rellena tus cejas de forma natural, respetando su forma con un lápiz o gel fijador de cejas. Unas cejas bien cuidadas aportan estructura y armonía al rostro.
En bodas de día, los labios pueden ir desde un nude sutil hasta un tono coral o frambuesa más vibrante, dependiendo del resto del look. Lo importante es que te sientas cómoda y que el acabado sea duradero.
Usa un perfilador para evitar que el color se desplace y aplica el labial en capas finas para mayor fijación. Si prefieres un toque de brillo, los gloss con color también son una buena opción.
Fija tu maquillaje con un spray fijador al final y lleva contigo un pequeño kit de retoque con polvo compacto, papel secante y tu labial. Recuerda que un maquillaje de invitada de boda, natural y bien adaptado a tu estilo, puede acompañarte sin fallos desde el 'sí quiero' hasta el último brindis.